La paloma común o doméstica es un ave que pesa unos 315-410 gramos y mide unos 29-35 cm. Su aspecto varía mucho. Las más comunes se distinguen por presentar dos franjas negras al final de las alas y una franja negra y ancha en la cola. El color del cuerpo puede variar entre los colores: gris, blanco, negro y bronce. La cabeza es oscura y suele presentar una iridiscencia verde-púrpura.
La paloma se encuentra normalmente en ciudades y áreas rurales. En las ciudades suelen frecuentar parques y zonas cercanas a alimentos, y suelen nidificar o descansar en puentes y edificios. En áreas rurales habitan en los patios de las granjas, los establos, los graneros o los molinos. Tienen hábitos rutinarios, de modo que se alimentan, anidan y perchan en los mismos lugares a diario. El perchado, la anidación y el descanso lo suelen realizar en áreas altas y protegidas.
Estas aves son una fuente común de transmisión de enfermedades por contaminación alimentaria, además de poder contaminar el alimento directamente mediante materia fecal, plumas o parásitos. Por ejemplo, se ha visto que las palomas pueden transportar en sus patas bacterias de la salmonelosis, de modo que pueden llegar a transmitir la bacteria cuando caminan en áreas donde la gente coloca sus alimentos, como bancos, o mesas situadas al aire libre.